Por medio de una videoconferencia, el yogui Eduardo Nicosia dijo que no existía ni secta ni organización, que reconoce a todos sus hijos y que jamás forzó a nadie a tener relaciones sexuales.
Eduardo de Dios Nicosia (72), acusado de liderar una secta religiosa en cuyo seno la Justicia sostiene que se obligaba a los seguidores a tener relaciones sexuales, se los mantenía recluidos en un estado de esclavitud y se torturaba a algunos de ellos, prestó declaración y negó todos los hechos.
La comparecencia de Nicosia se efectuó días atrás desde el penal de Ezeiza donde está detenido hace ya dos meses y contó con el respaldo legal de su defensor Pablo Tosco, quien aconsejó responder las preguntas del juez federal Santiago Inchausti.
Nicosia dijo que todas las acusaciones que se le hacen son falsas, que no era líder de ninguna organización y que todas las relaciones sexuales que tuvo en ese marco fueron consentidas.
En otro pasaje de la video conferencia -se utilizó esa tecnología por la imposibilidad física de trasladarse a Mar del Plata debido su frágil estado de salud- Nicosia reconoció haber sido procesado en Venezuela por un homicidio pero recordó que en esa causa fue sobreseido.
Nicosia, conocido también como Swami Vivekayuktananda, es uno de los cinco detenidos desde 3 de julio, cuando la Justicia Federal allanó el Hotel City de Diagonal Alberdi al 2500. Junto a él fueron apresados su pareja de toda la vida Silvia Cristina Capossiello, uno de los hijos de ambos Xavier Augusto Yañez Capossiello, Luis Antonio Fanesi y Sinecio de Jesús Coronado Acurero.
Los cinco, con diferentes roles y responsabilidades, fueron acusados de formar parte de una organización dedicada a la actividad de Yoga y que administraba el hotel a través de una cooperativa de trabajo.
Una mujer, hija de Nicosia y Capossiello, fue quien a fines del año pasado denunció que desde hacía varias décadas se producían situaciones de abuso sexual, torturas y reducción a la servidumbre. A partir de ese testimonio la Justicia Federal (la causa fue derivada desde la fiscalía N°4) reunió relatos de personas que habían estado dentro del círculo “espiritual” y corroboraron parte de la denuncia.
“Todo falso”
Aunque no se conoció el contenido de su declaración, LA CAPITAL pudo saber que Nicosia aseguró que todas las acusaciones eran falsas y su abogado Tosco dijo que las explicó punto por punto.
“No hay desde el punto de vista penal, según me entener, ningún reproche que hacer. Después si quieren juzgar la moralidad de los actos, no es mi rol ni creo que el de nadie”, dijo el letrado en diálogo con este medio.
En ese sentido, Nicosia señaló ante el juez Inchausti que tuvo hijos y reconoció ser padre de “quienes son sus hijos” y que todos fueron frutos de relaciones consentidas. Nunca -dijo- obligó a nadie ni a tener relaciones sexuales con él ni a realizar una inscripción de los hijos a nombre de nadie.
Esta última declaración de Nicosia formó parte de ese “punto por punto” de explicaciones ya que fue un aspecto central de la acusación.
Es que en el procesamiento se mencionó que Nicosia tenía al menos 15 hijos y que dos de ellos habían sido de relaciones con hijas. Además, que esos menores habían sido inscriptos por sus madres tras formar vínculos ficticios y forzados con otros seguidores de la “secta”.
En la videoconferencia no estuvo presente el fiscal Nicolás Czizk por lo que todas las preguntas fueron realizadas por el juez Inchausti, quien agregó elementos de importancia para el expediente.
En la actualidad la Cámara de Apelaciones tiene aún por resolver el procesamiento y las prisiones preventivas, mientras que días atrás rechazó las excarcelaciones solicitadas por las defensas.